miércoles, 27 de julio de 2011

RECICLADO DE BRIKS

Lo llamamos cartón de bebidas, aunque el brik no es sólo cartón, sino un envase fabricado con tres materiales diferentes -cartón, plástico y aluminio-, que hacen de él una forma ideal para conservar y transportar alimentos líquidos. También es un producto de un solo uso, cuya composición convierte su reciclaje en una tarea difícil.
 
Cuenta Tetra Pak, la empresa sueca que lo creó en 1951, que el nacimiento del primer cartón de bebidas está ligado a la Segunda Guerra Mundial, cuando Rubén Raussing, su inventor, vio lo difícil que resultaba la distribución en Europa de algo tan básico como la leche. Hoy, la mayoría de la leche que consumimos y una buena parte de los zumos que bebemos en más de 165 países están envasados en tetra-briks, una de las versiones de aquel primer cartón.Y, poco a poco, las estanterías de los hipermercados van siendo conquistadas por cartones de otros líquidos, como vino de mesa, salsas, sopas, agua y hasta gazpacho.
 
Un brik está compuesto de una capa de cartón y varias de polietileno superpuestas, cada una con una función concreta. La de cartón, que representa el 75-80% del peso del envase, proporciona a éste rigidez y resistencia. La capa exterior, que protege al envase de la humedad y las bacterias, y la que está en contacto con el líquido, que le proporciona estanqueidad, son de polietileno, material que representa el 15-20% del peso.
 
Aunque el plástico es suficiente para proteger del oxígeno del aire a los productos de vida relativamente corta, como la leche pasteurizada, para conservar los productos UHT/larga duración se emplea el tetra-brik aséptico, que contiene, además de cartón y polietileno, una delgadísima capa de aluminio de 6,35 micras de espesor, que actúa como barrera contra el oxígeno, los olores y la luz, y constituye el 5% del peso total del envase.
 
Gracias a esta composición el cartón para bebidas permite conservar los líquidos a temperatura ambiente durante largo tiempo, sin que pierdan sus propiedades. Si además se tiene en cuenta que su almacenamiento requiere poco espació en comparación con el de otros envases, que se ahorra la electricidad que se consumiría si hubiera que guardarlo en la nevera, que es irrompible y que el tetra-brik de litro sólo pesa entre 25 y 28 gramos  (el 3% del producto) a nadie puede extrañarle que, en menos de cuarenta años, se haya convertido en un envase tan popular: según Tetra Pak, que sigue liderando el mercado de los cartones para bebidas, cada día se distribuyen en el mundo 140 millones de litros de bebidas envasadas de esta manera.
 
Desde distintas asociaciones ecologistas, sin embargo, se recomienda optar por otro tipo de envases por varias razones. En primer lugar, porque para la elaboración de los briks se utiliza aluminio, cuya extracción a partir de la bauxita es muy costosa en términos de energía. Y aunque el cartón procede en su mayoría de bosques escandinavos gestionados de forma sostenible, la pasta de celulosa viaja desde Suecia y Finlandia, lo que supone, según los ecologistas, miles y miles de kilómetros de derroche energético y contaminación. Un precio ambiental demasiado alto para un producto de un sólo uso que, según el Plan Nacional de Residuos 2000-2006 elaborado por el Ministerio de Medio ambiente, representa el 1% de los 17 millones de toneladas de residuos urbanos que generamos los españoles cada año. Y un residuo cuya composición dificulta enormemente su reciclaje.
 
Desde que en 1998 comenzó a aplicarse la Ley de Envases y Residuos de Envases, sin embargo, se ha avanzado mucho en esta materia. Según Tetra Pak, durante 2000 se reciclaron en España 13.377 toneladas de briks -600 millones de envases, equivalentes al 10,65% de todos los envases consumidos-, cuando durante los dos primeros años, 1998 y 1999, los cartones reciclados no llegaron a las 10.000 toneladas.
 
La consecución del principal objetivo de la  Ley de Envases, prevenir y reducir el impacto de éstos sobre el medio ambiente, sólo es posible si los ciudadanos separamos los residuos y los depositamos en el contenedor correspondiente. En el caso de los cartones para bebidas, el cubo amarillo, apto también para latas y plásticos. Después de su recogida por parte de los ayuntamientos, los envases se llevan a una de las cuarenta plantas de clasificación que existen en España, en donde se agrupan por materiales para luego ser reciclados. La reutilización de los briks al final de su breve vida útil, se consigue, fundamentalmente, por medio de dos sistemas diferentes: el repulpado y el triturado.
 
El repulpado o hidropulpado es el proceso que se utiliza para separar las fibras de cartón del resto de materiales. Para ello, se mezclan en un tambor los briks con agua y se agita la mezcla entre 15 y 45 minutos, hasta las fibras de papel se separan del polietileno y del aluminio, que son retenidos después en una zona de criba. Tras ser secadas, las fibras de papel se utilizan para fabricar nuevos productos de papel reciclado, como cartón, bolsas, sacos de papel y hueveras. En España reciclan briks tres empresas papeleras: Industria Papelera Nesa, Alier y Störa-Enso Barcelona. Este proceso permite recuperar el 98% de las fibras de los cartones.
 
Pero, ¿qué se hace con el polietileno y el aluminio? Un tratamiento posible es la pirolisis, que consiste en calentar la mezcla a una temperatura lo suficientemente alta para gasificar el polietileno, un material que cuesta más reciclar que fabricar, dejando al aluminio, cuyo valor económico es mucho más alto, intacto y limpio. Otra posibilidad es utilizar el polietileno como combustible en hornos de cemento, donde el aluminio se oxida y sirve para remplazar a la bauxita, un ingrediente esencial del cemento.
 
Sin embargo, cómo separarlos resulta complicado y, sobre todo, caro. En muchos casos, acaban en incineradoras o vertederos. Recientemente, una empresa mallorquina ha desarrollado un material, MAPLAR®  (MAterial PLAstico Reciclado) a partir del polietileno y el aluminio de los briks usados, con el que se fabrican bancos, vallas, jardineras, papeleras y, en general, objetos que deben soportar la intemperie.
 
Aunque en Europa el repulpado es el sistema tradicionalmente empleado, existen otras formas de reciclar este tipo de envases. En los países asiáticos, por ejemplo, se prefiere el triturado. Después de pasar por una trituradora, la masa resultante se lava y se seca antes de ser calentada y prensada a unos 170 grados, con el objetivo de fundir el polietileno, que actúa como pegamento entre el resto de los componentes. El resultado es una plancha de aglomerado resistente e impermeable, que sirve para fabricar muebles y suelos.
 
A pesar de los avances, el reciclado de envases sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. El Estudio de hábitos ante la recogida selectiva de residuos sólidos urbanos, elaborado recientemente por Ecoembes, señala que, mientras que el 90% y el 83% de los españoles deposita el vidrio y el papel, respectivamente, en los contenedores correspondientes, sólo un 49% de los hogares separa latas, plásticos y briks, a pesar de que, según Tetra Pak, el 60% de la población española tiene ya acceso al contenedor amarillo. Y, según los últimos datos facilitados por esta empresa, la tasa de reciclado de briks en España es de poco más del 16 %, todavía lejos del 21% que reciclan por término medio los países de la Unión Europea, lo que significa que, actualmente, el 84% de los cartones usados terminan sus días en los vertederos e incineradoras de toda España.

¿SABÍAS QUE...?
Tetra Brik® es el nombre comercial del envase de litro creado en 1963 por la empresa Tetra Pak, que fabricó el primer cartón para bebidas, en forma de tetraedro. Lo bautizaron así porque tenía forma de ladrillo (brick, en inglés). Actualmente existen en el mercado cartones para bebidas o briks fabricados por otras empresas, pero el nombre del envase pionero y líder mundial se ha convertido casi en genérico.

- En 2000 se produjeron en el mundo más de 89.000 millones de cartones para bebidas. Para fabricar los 5.022 millones que se vendieron en España se utilizaron 92.605 toneladas de papel, 25.884 de polietileno, 6.587 de aluminio y 555 de tinta; se consumieron 5.155 toneladas equivalente de petróleo (tep) y 80.000 m3 de agua; y se emitieron a la atmósfera 1.832 toneladas de CO2. (Fuente: Informe de Sostenibilidad 2000 de Tetra Pak).
 
Los cartones para bebidas representan el 4% del total de residuos de envases domésticos que se generan en España anualmente. La previsión de reciclado para el 2001 de Ecoembes era de 18.500 toneladas, cifra que seguramente se habrá superado, ya que, según Tetra Pak, sólo durante el primer semestre se reciclaron en España 11.015 toneladas de envases tetra-brik, lo que representa una tasa del 16,06%. España cuenta con una capacidad de reciclado superior a las 100.000 toneladas.
 
Reciclar briks supone un ahorro importante de materias primas y energía: por cada 1.000 kg de envases reciclados se obtienen 750 kg de papel kraft; con el reciclaje de 2 toneladas de bricks se ahorra el equivalente a una tonelada de petróleo; y reciclar un solo envase permite un ahorro energético equivalente al consumo de una bombilla durante hora y media. Además, se consigue reducir el volumen en los vertederos y minimizar su impacto ambiental.

-artículo extraído de eco-escuela de la junta de Andalucía; http://www.juntadeandalucia.es/averroes/nuevaandalucia/ecoescuela.htm#RECICLAD

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